domingo, 23 de junio de 2013

Tarta de Mousse de Fresa

Tarta de Mousse de Fresa




Ingredientes:

Para la base:
  • 200 gr. de galletas
  • 100 gr. de mantequilla

Para la mouse:
  • 500 gr de fresas
  • 500 ml de nata liquida para montar
  • 200 gr de azúcar
  • Zumo de ½ limón
  • 7 hojas de gelatina neutra
  • 1 yogur de fresa

Para la cobertura:
  • 150 gr de fresas
  • 75 gr de azúcar
  • Un chorro de zumo de limón
  • 2 hojas de gelatina neutra

Preparación:

Para la base:
Trituramos las galletas con un mortero hasta que queden bien molidas. Ablandamos un poco la mantequilla en el microondas hasta que quede como una pomada, la mezclamos bien con las galletas hasta conseguir una pasta homogénea con la que cubrimos el fondo del molde desmoldable, aplastamos con una cuchara todo el fondo para que quede una capa compacta.

Trituramos las galletas, mezclamos con la mantequilla blanda y al molde.

Para la mousse:
En un cazo con agua fría ablandamos las hojas gelatina. Lavamos y partimos las fresas, las ponemos a cocer con el azúcar y el zumo del limón, dejándolas hervir durante 6 -7 minutos, trituramos las fresas con la batidora y le añadimos las hojas de gelatina, retiramos del fuego y dejamos enfriar, sin dejar que llegue a solidificar la gelatina.

Cocemos las fresas, el azúcar, el limón y trituramos.

Le añadimos la gelatina a las fresas y dejamos enfriar.

Cuando tengamos las fresas frías le añadiremos el yogur de fresa y lo mezclamos bien. Montamos la nata bien fría con las varillas de la batidora, y mezclamos con las fresas con una espátula con movimientos envolventes con cuidado para que no se baje la nata. Se vierte la mezcla en el molde encima de las galletas y lo introducimos en el frigorífico  durante 3 - 4 horas para que endurezca la mousse.

Añadimos las fresas y el yogur a la nata montada, mezclando suavemente. 

Para la cobertura:
Lavamos y partimos las fresas, las ponemos a cocer con el azúcar y el chorrito de zumo de limón durante 3 - 4 minutos, en un cazo con agua fría ablandamos las hojas de gelatina, trituramos las fresas con la batidora y le añadimos las hojas de gelatina, dejaremos enfriar.

Cocemos las fresas, el azúcar, el chorro de limón, trituramos y añadimos la gelatina.

Cuando lo tengamos frío, añadimos la cobertura al molde, repartimos bien e introducimos el molde en el frigorífico para que cuaje la gelatina.

Enfriamos y repartimos la mezcla en la tarta y enfriamos en el frigo.

Ya la tenemos lista para comer.

Lista para comer, realmente exquisita!!

jueves, 20 de junio de 2013

Molino Gumiel


Este es nuestro suministrador de aceite de toda la vida, para todas nuestras recetas y la cocina en casa, no dudéis en contactar con ellos para adquirir sus productos de alta calidad. 
Aceitunas que nosotros mismos, nuestros padres y abuelos, hemos recogido, nuestras y de nuestros vecinos, nada industrializado, extraído de forma natural, puro zumo de oliva. 

ALMAZARA ANTONIO J. MARTÍN CANO
C/MOLINO DE GUMIEL, S/N
18569 MOCLÍN, GRANADA
TELÉFONOS:
953 595 502 Y 650 636 345

Fachada del Molino de Gumiel


CONSEJOS Y CURIOSIDADES ESCRITAS POR EL PROPIO MOLINO:

Las características del aceite de oliva, se pueden entender mejor, si lo comparamos con un zumo de fruta. Si sacásemos el jugo de una naranja, su sabor va a depender fundamentalmente de dos factores; por un lado la madurez y por otro la variedad del fruto.
Así, un aceite más amargo proviene generalmente de aceituna verde y la madurez en un punto óptimo dota a aceite de un paladar más suave.

No obstante, existen variedades de olivo, cuyo fruto, aún recolectándolo verde, arrojan un aceite bajo en sabor. Es el caso de la variedad Alberquina, que predomina mucho en Cataluña. Nuestra fábrica procesa aceituna picual o marteña en su gran mayoría, que se caracteriza por sabores más intensos y con más estabilidad de sus cualidades en el tiempo.
 
Por otro lado, hemos de tener en cuenta la conservación, que principalmente va a requerir un sitio oscuro. El aceite de oliva, por su naturaleza tiende a perder progresivamente el sabor, y la incidencia de la luz acelera ese proceso. La temperatura no influye tanto, es preferible que sea estable, si hiciera mucho frío se va a cuajar y si la temperatura es alta crecerá.

No se puede decir con el aceite, como con el vino, que "si es un buen vino, cuanto más tiempo tenga, mejor será". El aceite puede mantener sus cualidades inalterables durante unos años, pero al final se estropea.
 
Una curiosidad, ahora que hemos mencionado el vino. Un catador de aceite solo puede valorar el aroma y el gusto, mientras que un catavinos va a puntuar con tres sentidos; vista, gusto y olfato. Por este motivo, una cata de vino se realiza en una copa normal, de cristal transparente, mientras que para el aceite utilizamos un vaso cóncavo de vidrio oscuro, para no dejarse impresionar por el color, y poder apreciar más su olor y sabor.
De hecho, el color del aceite de oliva es muy llamativo y bonito, sin embargo no indica para nada las características de un aceite de oliva.
 
Como consejo culinario, si freímos patatas o carne, podemos echar en la sartén todo a la vez, sin calentar previamente el aceite. Estos dos alimentos tienen la peculiaridad de no empaparse de aceite y con esto conseguimos que al terminar la fritura el aceite de oliva, se conserve mucho más tiempo. Para rebozados, pescados y demás, si necesitamos calentarlo antes de echar el alimento, para poder cocinarlo debidamente.
 

Otra característica del aceite de oliva es la facilidad para atrapar olores, un ejemplo es, si introducimos romero en una aceitera, transcurrido un tiempo el aceite de oliva tendrá un toque de romero. Igualmente atrapará un mal sabor, por ejemplo, si vertemos aceite en un recipiente que huela mal. Se conoce su poder curativo, para el estómago, es aconsejable tomar una cucharada en ayunas y limpia el cuerpo. En animales que han tomado veneno o alguna hierba dañina, se les ha dado aceite de oliva y han sanado, absorbiendo el aceite esa sustancia maligna del aparato digestivo.

Tengan en cuenta, sus preferencias en sabores, a la gran mayoría de consumidores no les agrada un aceite muy amargo, de igual forma que tampoco hay muchas personas a quienes les guste un melocotón o una ciruela muy verdes.
Igualmente no es corriente, consumir frutos con avanzado estado de madurez, pues van a tener sabores desagradables por la excesiva maduración.
Como dijo Aristóteles la virtud está en el término medio, así pues un aceite de sabor intermedio es más aceptado.

Texto extraido del blog del Molino de Gumiel